La cobranza es sin duda una de las actividades medulares de cualquier organización, pues de su éxito depende en buena medida la liquidez y posibilidad de crecimiento al contar con capital para seguir financiando tanto la operación como a los nuevos clientes. Al igual que el tipo de crédito hace que un proceso de análisis tenga variantes, en la cobranza también se dan matices a la hora de hablar de las mejores prácticas, pues éstas varían en función el tipo de crédito del que se trate.